Pronunciamiento 1 de septiembre
Ciudad Universitaria, 5 de septiembre de 2013
A los trabajadores, estudiantes y maestros de la Universidad Nacional Autónoma de México.
A la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y al magisterio democrático del país.
A los medios de comunicación.
A la sociedad en general:
Durante la jornada de protesta del 1º de septiembre, convocada en conjunto por el movimiento magisterial democrático de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), así como por organizaciones estudiantiles y de trabajadores, se hizo evidente la represión propia del Estado policiaco del gobierno federal de Enrique Peña Nieto y el ‘Pacto por México’, de la mano del gobierno capitalino de Miguel Ángel Mancera, avalada por la Comisión de Derechos Humanos del DF y todo el pseudoizquierdismo del PRD que impera en la Cd. de México.
Nuestro compañero Gonzalo Amozurrutia Nava junto con otros seis compañeros de distintas escuelas y organizaciones —Pavel Alejandro Primo Noriega, Omar Beristain Montiel, Rafael Montaño Sánchez, Gustavo Ruíz Lizárraga, Juan Daniel Vázquez Puero y Daniel Carreón Soto—, se encuentran hoy privados de su libertad en el Reclusorio Sur en una lucha que, aunque se presenta con un rostro legalista y jurídico, es una clara lucha política contra la campaña de criminalización de la protesta social y de legitimación de la violencia contra la clase obrera y la juventud organizada que defiende la educación pública, gratuita, laica e irrestricta para todos. Las detenciones del día 1º de septiembre y la manera en que se han llevado a cabo las remisiones a los ministerios, la imputación de cargos falsos y acusaciones por parte de cuerpos represivos especializados, es una muestra de la clara intentona del gobierno federal y local por desmembrar la unidad obrero-estudiantil que, a través de la autorganización independiente de los partidos patronales, se aglutina en torno a la lucha contra las reformas antiobreras que pretenden descargar los efectos de estas medidas a las familias trabajadoras y atacar sistemáticamente toda organización obrera.
Desde días anteriores los medios se dedicaron a elaborar la crónica de una represión anunciada en la cual resultaron secuestrados por agentes del Grupo de Tareas Espaciales Zorros alrededor de 20 compañeros, en su mayoría participantes de la Asamblea Nacional Estudiantil en solidaridad con la lucha magisterial y activistas de los medios libres e independientes, entre ellos cuatro integrantes de nuestra organización. A través de una persecución encarnizada, fuimos secuestrados por los cuerpos represivos del Estado entre golpizas y jaloneos, en la estación del Metro San Antonio Abad, desde la calzada de Tlalpan hasta los vagones de la misma línea. Para nosotros, la brutalidad con la que fuimos arrestados responde a una clara motivación política contra el magisterio y la juventud organizada. Si bien jurídicamente la defensoría colegiada de la Liga de Abogados del 1 de diciembre impugna, a través de amparos, esta serie de detenciones como arbitrarias, para nosotros la caracterización jurídica no es suficiente y políticamente hay que llamarlas por su nombre: se trata de un secuestro por parte del Estado y, en correspondencia, la única consigna es la libertad incondicional para todos y cada uno de los que fuimos retenidos el día 1º de septiembre como presos políticos de la lucha del magisterio contra la Reforma Educativa y las reformas estructurales. Estas detenciones, desde una perspectiva clasista, no pueden considerarse como arbitrarias, ni mucho menos puede plantearse que una campaña democrática encabezada por estudiantes y activistas independientes pueda contrarrestar la represión que va de la mano con la embestida neoliberal contra la clase obrera.
Defender estos derechos democráticos pasa por comprender que sólo tienen sentido cuando son defendidos por la única clase que puede usarlos con la contundencia necesaria a través de sus métodos de lucha. De ahí que las tareas urgentes del movimiento, si quiere garantizar mínimas condiciones de manifestación, liberar a sus presos políticos y contrarrestar la campaña de criminalización, sean las alianzas orgánicas efectivas con la clase trabajadora.
Al momento, la Sección XII de la CNTE ha resuelto asumir a los presos políticos como propios y, además de acompañar jurídicamente el proceso, se ha dado a la tarea de movilizarse y pelear porque toda la CNTE abrace como suyos a nuestros compañeros que, al día de hoy, se encuentran injustamente detenidos.
Desde la Izquierda Revolucionaria Internacionalista-Buenaventura Durruti llamamos al esfuerzo de unidad entre el magisterio y la juventud por medio de la Asamblea Nacional Estudiantil, lo cual quedó expresado en los acuerdos que tomamos conjuntamente, entre ellos la movilización del 1º de septiembre. Ante los lamentables sucesos con los que finalizó la jornada de lucha, llamamos a la CNTE a consolidar nuestra articulación contra las reformas estructurales a defender y pronunciarse por la liberación de todos los presos políticos que se solidarizan con la lucha magisterial.
¡Un golpe contra uno es un golpe contra todos!
Llamamos a movilizarnos de manera coordinada extendiendo el paro indefinido nacional del magisterio a todo el sector educativo, como escuelas y universidades de estudiantes de la UNAM, UAM, UPN, UACM, etc.
Junto a trabajadores de sindicatos como el STUNAM, SITUAM, SITUACM, SME y la UNT en contra de la reforma educativa.
¡Liberación inmediata e irrestricta de todos los presos políticos del 1 de septiembre!
¡Por la unificación de la lucha magisterial y el movimiento estudiantil!
¡Por una huelga nacional del sector educativo contra la reforma educativa!
IZQUIERDA REVOLUCIONARIA INTERNACIONALISTA - BUENAVENTURA DURRUTI
"Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones"
A los trabajadores, estudiantes y maestros de la Universidad Nacional Autónoma de México.
A la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y al magisterio democrático del país.
A los medios de comunicación.
A la sociedad en general:
Durante la jornada de protesta del 1º de septiembre, convocada en conjunto por el movimiento magisterial democrático de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), así como por organizaciones estudiantiles y de trabajadores, se hizo evidente la represión propia del Estado policiaco del gobierno federal de Enrique Peña Nieto y el ‘Pacto por México’, de la mano del gobierno capitalino de Miguel Ángel Mancera, avalada por la Comisión de Derechos Humanos del DF y todo el pseudoizquierdismo del PRD que impera en la Cd. de México.
Nuestro compañero Gonzalo Amozurrutia Nava junto con otros seis compañeros de distintas escuelas y organizaciones —Pavel Alejandro Primo Noriega, Omar Beristain Montiel, Rafael Montaño Sánchez, Gustavo Ruíz Lizárraga, Juan Daniel Vázquez Puero y Daniel Carreón Soto—, se encuentran hoy privados de su libertad en el Reclusorio Sur en una lucha que, aunque se presenta con un rostro legalista y jurídico, es una clara lucha política contra la campaña de criminalización de la protesta social y de legitimación de la violencia contra la clase obrera y la juventud organizada que defiende la educación pública, gratuita, laica e irrestricta para todos. Las detenciones del día 1º de septiembre y la manera en que se han llevado a cabo las remisiones a los ministerios, la imputación de cargos falsos y acusaciones por parte de cuerpos represivos especializados, es una muestra de la clara intentona del gobierno federal y local por desmembrar la unidad obrero-estudiantil que, a través de la autorganización independiente de los partidos patronales, se aglutina en torno a la lucha contra las reformas antiobreras que pretenden descargar los efectos de estas medidas a las familias trabajadoras y atacar sistemáticamente toda organización obrera.
Desde días anteriores los medios se dedicaron a elaborar la crónica de una represión anunciada en la cual resultaron secuestrados por agentes del Grupo de Tareas Espaciales Zorros alrededor de 20 compañeros, en su mayoría participantes de la Asamblea Nacional Estudiantil en solidaridad con la lucha magisterial y activistas de los medios libres e independientes, entre ellos cuatro integrantes de nuestra organización. A través de una persecución encarnizada, fuimos secuestrados por los cuerpos represivos del Estado entre golpizas y jaloneos, en la estación del Metro San Antonio Abad, desde la calzada de Tlalpan hasta los vagones de la misma línea. Para nosotros, la brutalidad con la que fuimos arrestados responde a una clara motivación política contra el magisterio y la juventud organizada. Si bien jurídicamente la defensoría colegiada de la Liga de Abogados del 1 de diciembre impugna, a través de amparos, esta serie de detenciones como arbitrarias, para nosotros la caracterización jurídica no es suficiente y políticamente hay que llamarlas por su nombre: se trata de un secuestro por parte del Estado y, en correspondencia, la única consigna es la libertad incondicional para todos y cada uno de los que fuimos retenidos el día 1º de septiembre como presos políticos de la lucha del magisterio contra la Reforma Educativa y las reformas estructurales. Estas detenciones, desde una perspectiva clasista, no pueden considerarse como arbitrarias, ni mucho menos puede plantearse que una campaña democrática encabezada por estudiantes y activistas independientes pueda contrarrestar la represión que va de la mano con la embestida neoliberal contra la clase obrera.
Defender estos derechos democráticos pasa por comprender que sólo tienen sentido cuando son defendidos por la única clase que puede usarlos con la contundencia necesaria a través de sus métodos de lucha. De ahí que las tareas urgentes del movimiento, si quiere garantizar mínimas condiciones de manifestación, liberar a sus presos políticos y contrarrestar la campaña de criminalización, sean las alianzas orgánicas efectivas con la clase trabajadora.
Al momento, la Sección XII de la CNTE ha resuelto asumir a los presos políticos como propios y, además de acompañar jurídicamente el proceso, se ha dado a la tarea de movilizarse y pelear porque toda la CNTE abrace como suyos a nuestros compañeros que, al día de hoy, se encuentran injustamente detenidos.
Desde la Izquierda Revolucionaria Internacionalista-Buenaventura Durruti llamamos al esfuerzo de unidad entre el magisterio y la juventud por medio de la Asamblea Nacional Estudiantil, lo cual quedó expresado en los acuerdos que tomamos conjuntamente, entre ellos la movilización del 1º de septiembre. Ante los lamentables sucesos con los que finalizó la jornada de lucha, llamamos a la CNTE a consolidar nuestra articulación contra las reformas estructurales a defender y pronunciarse por la liberación de todos los presos políticos que se solidarizan con la lucha magisterial.
¡Un golpe contra uno es un golpe contra todos!
Llamamos a movilizarnos de manera coordinada extendiendo el paro indefinido nacional del magisterio a todo el sector educativo, como escuelas y universidades de estudiantes de la UNAM, UAM, UPN, UACM, etc.
Junto a trabajadores de sindicatos como el STUNAM, SITUAM, SITUACM, SME y la UNT en contra de la reforma educativa.
¡Liberación inmediata e irrestricta de todos los presos políticos del 1 de septiembre!
¡Por la unificación de la lucha magisterial y el movimiento estudiantil!
¡Por una huelga nacional del sector educativo contra la reforma educativa!
IZQUIERDA REVOLUCIONARIA INTERNACIONALISTA - BUENAVENTURA DURRUTI
"Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones"